“Los argentinos y el mundo van a seguir comiendo carne siempre y cuando los criadores no se cansen.”
08/09/2023 - Dialogamos con Juan Carlos Risueño, titular de Cabaña Nuevo Roble, luego de la culminación del 48º remate de la cabaña.
Mirá la entrevista completa acá:
- Seguramente más aliviado luego de la culminación del remate, ¿no?
- Sí, la verdad que cuando terminamos un remate uno se empieza a relajar despacito y ya lo nota a medida que va avanzando y el cuerpo se va aflojando. Ya llevo 48 remates y la verdad es que no me termino de acostumbrar. Está el esfuerzo todo el año, el resultado económico también es importante porque hay que continuar. Se vendió bien, sobre todo los vientres puros controlados
- Sin duda el factor climático es trascendental. Hoy comprar hacienda en función de esta lluvia que hace tanta falta y la recuperación del forraje es seguramente lo que más pesa, ¿no?
- Seguro. No es lo mismo que llueva hoy o mañana que a fin de mes. Entonces dice “para llevar un problema, prefiero esperar un poco más”. Así que es muy importante la lluvia, porque en esta época una buena lluvia te asegura que dentro de 10-15 días puedas llegar a empezar a tener pasto.
- En la apertura del remate mencionabas el reconocimiento a todos los criadores, que traccionan, y que en definitiva, todo el esfuerzo que ustedes hacen de mejoramiento genético, es para darles una mano para lograr mayor productividad y calidad.
- Si no hubiera creadores, nosotros no tendríamos a quien vender los toros. Es un personaje muy especial el ganadero. El que compró un toro hoy es para vender un producto dentro de tres años, y en un país como este, Dios sabrá que va a pasar dentro de tres años. Yo creo que a los criadores hay que agradecerles que siga. Los argentinos y el mundo van a seguir comiendo carne siempre y cuando los criadores no se cansen.
- ¿Podemos mencionar los topes de valores en las distintas categorías, tanto en toros como en vaquillonas?
- Yo creo que el toro debe haber superado el millón el puro controlado, el pedigree dos millones, y la vaquillona pura controlada anduvo entre 850 y 900.