Magdalena Graff: “La idea no es abrir otro basural más.”

Magdalena Graff: “La idea no es abrir otro basural más.”
Magdalena Graff: “La idea no es abrir otro basural más.”

19/07/2022En diálogo con Magdalena Graff, subsecretaria de Medio Ambiente, para contarnos sobre su viaje a Schwabach, la recolección de residuos diferenciados y la situación actual del basurero municipal.


- Queríamos hablar con vos para hacer referencia  a la visita que se hizo días atrás a Schwabach en Alemania para ver que se pudo observar allí en materia de medio ambiente que pueda ser trasladado y aplicado aquí en nuestra ciudad

- Fue un viaje muy constructivo hecho a raíz de un convenio de igualdad que tenemos con la ciudad de Schwabach. Este convenio ya estaba firmado por la gestión de Palacios. Sabíamos que era un convenio que podía llegar a tener beneficios positivos para nuestro municipio, decidimos continuarlo y trabajarlo a través de reuniones virtuales, donde se fue conformando un equipo de trabajo interdisciplinario para hacer este intercambio.  El viaje estaba previsto pero se suspendió por la pandemia, y lo pudimos materializar hace poco.

Tuvimos el honor de visitar esta ciudad, donde fuimos muy bien atendidos. De lunes a viernes tuvimos diferentes ejes de trabajo. Comenzamos el lunes haciendo una reunión de trabajo en la municipalidad y reunidos en el Concejo Deliberante. Luego otro día nos llevaron a diferentes áreas protegidas. Schwabach es muy rica en cuanto a biodiversidad. Tiene arroyos que cruzan por el medio de la ciudad, y mucho bosque. Hablamos sobre ordenanzas que ellos tienen para ver de qué manera podemos aplicar eso. En otro día, fuimos a visitar la planta de recepción y transferencia de residuos sólidos urbanos. También tienen una planta de compostaje muy grande. Y para cerrar, el último eje fue trabajar en la secretaría de agricultura, y cerramos con la visita a un museo de educación ambiental para ver diferentes metodologías.

Trajimos muchas ideas, que se dan en contextos muy diferentes. No sirve copiar, porque tenemos culturas y situaciones económicas diferentes, pero seguramente nos va a servir para tener una visión un poco más amplia.

- ¿Cuántos habitantes tiene Schwabach? En cuanto a residuos, ¿qué sector es el que más genera?

- Ellos tienen, como nosotros, aproximadamente 40 mil habitantes. En tema de residuos, con la legislación que ellos tienen, es mucho más fácil la gestión porque existe una responsabilidad extendida del productor que genera y se tiene que hacer cargo de sus envases. Lo que notamos y nos contaron también es que lo que más les cuesta es la separación de residuos en origen. Se realiza hace mucho más años que acá y lo tienen más naturalizado, pero aun así cuesta que los ciudadanos separen en casa. Por eso uno de los ejes de trabajo paralelo es la educación ambiental.

Todo este convenio de hermandad está apoyado por una organización que es Engagement Global. Voy a aprovechar para aclarar que todos los gastos del viaje fueron cubiertos por esta organización, el municipio no se hizo cargo de absolutamente nada, económicamente hablando.

- En lo que hace a la capacidad que tienen ellos en la planta de reciclado, ¿tienen posibilidad de darle destino al 100% de los reciclados que generan?

- No, siempre hay un porcentaje que lamentablemente no tiene forma de recuperación, como los pañales, residuos sanitarios y algunos otros más puntuales. Para todo esto, acá en Argentina utilizamos el relleno sanitario, que es como una pileta impermeabilizada donde se controlan los gases, y ellos usan la incineración, en condiciones controladas y hornos preparados para eso, sin generar contaminación.

- Hoy en nuestra planta de reciclado, ¿qué porcentaje de los residuos permite la posibilidad de recuperación?

- Primero agradecer a la población porque cada vez se suma más gente a la separación de residuos. Pero cuando lo analizamos, nos damos cuenta que todavía llega un volumen muy bajo de residuos a la planta. De las 40 toneladas que se generan por día en Coronel Suárez, estadísticamente deberían estar llegando a la planta entre 15 y 20 toneladas de material reciclable, y nos encontramos con que hoy están llegando entre 1 y 2 toneladas por día. Tenemos que asegurarnos que los hogares separen, y que el material reciclable no termine en el basural. Ese es uno de los más grandes desafíos.

- Si hacemos historia, este plan de división de residuos se empezó a implementar en las colonias y luego aquí en Coronel Suárez dentro de las avenidas, ¿cierto?

- En el 2014 hicimos el primer eco-canje. Ahí fue dándose el mensaje. Y luego la ONG Evolución Ambiental hizo un gran trabajo de conciencia. Empezamos en el 2015 con un barrio como prueba piloto, y luego la gestión de Cambiemos se ocupó de continuar con esto y darle más impulso.

- Lo concreto hoy es que hay que concientizar la importancia de la separación de residuos. Cuando nos acercamos al basurero nos damos cuenta que no estamos haciendo bien las cosas.

- Sí. Ahora estamos con un plan de educación ambiental donde estamos dando charlas en las escuelas primarias, y la idea es ampliar a secundaria e inicial. Siempre que damos estas charlas mostramos una foto del basural y le preguntamos a los chicos que es lo que ven y de donde viene. Muchas veces sacamos la bolsa al canasto y parece que ahí se terminó el problema. Todo empieza desde casa. Es una costumbre, no lleva mucho tiempo, solo contar con dos bolsas en la cocina, y si me animo a hacer compostaje también.

- ¿Cómo hace Schwabach el compostaje? ¿Cuál es el tratamiento y qué destino tiene?

- Se fomenta mucho el compostaje domiciliario. Hay muchas casas y pocos edificios, así que cada uno tiene su patio para poder realizarlo. En esta planta se hace compostaje con los residuos de poda. Empiezan a acumularlos, luego se chipea y el tiempo lo va descomponiendo. Eso se embolsa y se vende a los viveros, y también lo utilizan las cuadrillas de jardinería del municipio. Ahí vimos una línea similar que podríamos aplicar nosotros acá.

- Por lo pronto lo que se ha determinado luego de este viaje es realizar una fuerte campaña de concientización para la separación de residuos.

- Sí. La idea es seguir con las charlas. Dejar ese mensaje en las escuelas nos da la posibilidad de llegar a un montón de hogares. Vamos a sumar promotores ambientales en las calles repartiendo folletos informativos, y repartiendo el plano con el día que le toca a cada domicilio con la recolección diferenciada.

A raíz de todo este convenio de hermandad, y gracias a la organización Engagement Global, estamos por firmar un convenio con la Universidad Nacional del Sur para hacer investigaciones en todo lo que tiene que ver con flora y fauna local, y espacios protegidos. Paralelamente estamos realizando un inventario de gases de efecto invernadero dentro del distrito para hacer un plan local de acción climática.

- En lo que hace a puntos limpios, ¿cuántos hay hoy día? ¿Son suficientes? ¿El vecino respeta estos lugares?

- En este último tiempo, a raíz del conflicto con los trabajadores municipales, tuvimos puntos limpios muy desastrosos. Algunos donde se depositaron animales muertos, cenizas, material orgánico, ramas y pasto. Recordamos a la población que estos puntos son solo para material reciclable. Pensemos también en el otro y en la planta hay gente manipulando todo lo que dejamos. Entiendo que hubo problemas de recolección y que el vecino buscó la manera de sacárselo de encima.

Tenemos 49 puntos limpios. Nunca son suficientes. Estamos viendo de sumar algunos más para poner en barrios que no tienen tan cerca. Pero la realidad es que el servicio de recolección, que pasa por todos los barrios, da un alivio al vecino que no podía arrimar su reciclable al punto limpio.

- El tema del color de bolsa se habló en su momento para diferenciar un residuo de otro

- Sí. Si es verde, transparente o un color claro mejor, porque le va a dar más facilidad al recolector de darse cuenta si eso es reciclable o no. Pero mientras se cumpla con el cronograma y se saque el residuo el día correspondiente, no hay problema con el color de la bolsa.

- La semana pasada entrevistamos a una vecina del basurero municipal, María Flavia Cortalezzi, que planteó el escenario que vive. Mencionó que los bomberos entran por su campo cuando tienen que controlar el fuego y que tiene 10 metros de residuos contra su alambrado. Planteó la necesidad de un alambrado perimetral y un camino que bordee el predio. ¿Qué antecedentes y posibilidades hay de avanzar en esa dirección?

- Más que cerco perimetral, en algún momento hablamos de hacer una cortina forestal para frenar el vuelo de los residuos, y para disminuir el impacto visual negativo que tiene. La idea está, el tema es que pedimos los árboles en el Ministerio de Desarrollo Agrario, y por temas de pandemia demoraron su entrega. En materia de residuos, no hay soluciones inmediatas, todo es con visión a futuro. Esto es lo que se está haciendo en otros lugares y a lo que deberíamos apuntar.

- Respecto a este basurero, ¿está en un punto límite de su capacidad? ¿Se analiza trasladarlo?

- La idea no es abrir otro basural más, no nos gustaría ocupar otro lugar más. Pero también la realidad es que cada día queda menos espacio, por eso esta urgencia de concientizar a la gente para que cada día ingrese menos volumen.