Rodolfo Ranni: “Uno aprende trabajando porque es un oficio”

Rodolfo Ranni: “Uno aprende trabajando porque es un oficio”

03/11/2021- El viernes pasado el reconocido actor visitó nuestra ciudad presentando la obra de teatro “Divino divorcio” junto a Viviana Saccone. En diálogo con Radio Noticias Coronel Suárez repasó su vida, cómo enfrentó el covid-19, y lo que se necesita para ser un buen actor.


 

Rodolfo Ranni nació en Italia, en 1937, desembarcando en Argentina diez años después. Con 84 años, viaja por todo el país llenando salas de teatros, con una energía y simpatía difícil de imaginar después de tantos años de trayectoria. Actor de cine, teatro y televisión, recibió dos premios Martín Fierro al mejor actor y un premio Konex.

Sobre la obra de Alfredo Allende que presentó en Coronel Suárez afirmó: “es una comedia muy irónica, muy sarcástica, nosotros la venimos haciendo desde el 4 de enero, debutamos en Carlos Paz. Salimos a recorrer toda la provincia de Córdoba porque con muy buen criterio del productor, sabíamos que no mucha gente iba a ir hacia donde estábamos, en plena pandemia. Ahí empezó el éxito de Divino divorcio, la gente contentísima, feliz de que le lleven el teatro a la vuelta de la casa, era muy emocionante verlos sentados con el barbijo puesto.”

“El día del estreno fue muy impactante, la emoción superó los nervios del estreno. Ahora tenemos un aforo mucho mayor, y a cada lugar que vamos somos muy bien recibidos, la gente espera el espectáculo, que consiste en un matrimonio que tiene la fantasía de festejar el divorcio como si fuese una fiesta de casamiento, pero al revés, ese es el nudo de la historia, hay partes que se ríen más las mujeres, hay partes en las que se ríen más los hombres, la gente se divierte mucho, de pronto participan, se identifican, cada uno tiene su historia”, detalló el actor sobre la obra que presentó en el Cine Teatro Italia.

Sobre el impacto de la pandemia y la cuarentena estricta en 2020, Rodolfo Ranni aseguró que “uno tiene que utilizar armas que el covid-19 no espera que utilice, por ejemplo, a mí me agarró viniendo de Mar del Plata, con mi mujer, nos quedamos en el departamento que teníamos en San Isidro. Instantáneamente me acordé de la post guerra, de cuando yo era chico, entonces uno tiene que luchar de alguna manera, así que empecé a hacer gimnasia en la terraza, me hice una huerta en la terraza, leí lo que no leí en los últimos diez años, y si el covid-19 esperaba que me chupara cuatro botellas de vino por día, tomé agua con limón, y si esperaba que yo engordara porque iba a morfar todo el día por estar encerrado, comimos muy frugalmente. Te puedo decir que fueron unos seis o siete meses muy felices, y con mi mujer la pasamos muy bien. Hay que luchar y mirar siempre para adelante, hay que tener esperanza.”

Siendo Tano, en una Argentina que ha tenido una inmigración de italianos tan importante, ¿ves a Argentina muy identificada con Italia?

“Hace 74 años vivo en Argentina. Con mi mujer y mis dos hijas vivimos cuatro años en España y uno lo que quiere es volver a su casa. Yo no sé si a Argentina, pero a tu casa, con tu familia, tus hijos, parientes, amigos, tus cosas. Uno hasta que no vive lejos no se da cuenta de eso, pero yo quería volver a mi casa.

Tengo parientes en Italia que me preguntaban por qué España y no Italia, y les expliqué que primero fue por el idioma de las chicas, y segundo porque me gusta más España que Italia a través del tiempo. Lo único parecido a mi pueblo, son los pueblos de Galicia. Italia ya no los tiene, entonces yo tardé muchísimos años en ir, porque decía: “no quiero que se me mueran los recuerdos”. De morirme afuera me gustaría morir en Galicia, sin dudas, los pueblos son igual al pueblo de mi abuelo. Yo me críe entre el mar y el campo, y Galicia tiene todo eso”, expresó.

Ranni se percibe como campesino, debido a que se crío en un pueblo ubicado entre el mar y el campo y cuando llegó a nuestro país, un 13 de diciembre de 1947, pasó mucho tiempo en el campo de su abuelo, soñando con comprarse un campito. “Una vez me fui a la carnicería que voy siempre en el pueblo en el que vivo, estaba con los animales, con los chanchos, fui en alpargatas sucias de bosta, bastante más rotoso de como estoy ahora. Había dos señoras muy paquetas delante de mí, la primera mira para atrás y le dice a la segunda: “mirá, Ranni!” y la que estaba adelante me mira de arriba a abajo y dice: “¡que va a ser Ranni!”. La gente fantasea mucho con el actor, con su vida y en Argentina el actor es un desclasado”, declaró Rodolfo.

¿Cómo se inició tu carrera como actor?

“De manera muy casual, uno siempre dice debe haber estado escrito. Lo que más me gustaba era cantar y escribir. Yo me críe en el barrio de Retiro, a mí cuando me hablaban de América yo pensaba en Nueva York, no sabía que existía Argentina, y cuando llegamos al puerto pensé: ¿dónde están los rascacielos?, el puerto de Buenos Aires no era lo que es ahora.

Un día volvía del cine con unos amigos, y pasamos por las galerías Pacífico, entre San Martín y Córdoba, y veo un cartel que decía, "próximamente gran teatro", y un sótano lleno de ratas. Yo tenía 15 años y bajé a ver de qué se trataba, nunca supe con quién hablé, nunca volví a ver a esa persona, y cuando salí del teatro le digo a mis amigos: acabo de ser uno de los fundadores del Teatro de los Independientes, mañana empiezo, y así fue. Ahora es el Teatro Payró”, detalló Ranni.

En esta rica historia has hecho cine, televisión, teatro, ¿dónde te sentís más cómodo, más pleno?

“Las tres son expresiones totalmente distintas una de la otra, uno les presta el cuerpo a los personajes. Siempre lo digo y lo repito, nunca creí que en mi trabajo tiene que existir la especialización, yo no creo en eso de actor de comedia, dramático, de revista; yo creo que un actor tiene que hacer todo, lo que sí, tiene que hacerlo bien, por supuesto”, dijo.

Hacés gira por todo el país y la provincia, fuera de aire estabas sorprendido por la cantidad de radios que hay en Suárez, (más de 30). Con sutileza nos decía Rodolfo ¿por qué hay tanto pozos?, qué pasa que de repente quienes tienen responsabilidades habiendo tantos medios de comunicación, los bonaerenses en este punto de la provincia tenemos pozos.

“Sí, a veces volvíamos de noche y dos veces rompimos una rueda, otras veces nos quedamos en el medio del campo, no volvemos más de noche. Puede ser que si hay una autopista cerca nos aventuramos, pero si no viajamos al otro día”, comentó Ranni.

¿Qué le decís a aquel joven que quiere involucrarse en la actuación?, ¿qué pasos debería dar?

“En general no me gusta dar consejos. Las épocas son distintas, en mi época no había profesores de teatro, estaba el Conservatorio de Arte Escénico, que tenía una escuela española muy falsa y absurda. Uno va creando su método a medida que va trabajando. Fui aprendiendo trabajando, mirando, observando a quienes consideraba los mejores, los más grandes. Yo tuve la fortuna de trabajar con todos de chico. Tuve un gran abanico de referentes, y uno aprende, mira, critica y hace su propio estilo. Uno aprende trabajando porque es un oficio.”, concluyó en su visita Rodolfo Ranni.