UN SIGLO DESPUÉS: EL FORD T 100.000 REVIVE SU TRAVESÍA EN CORONEL SUÁREZ
03/02/2025 Llegaron a Coronel Suárez reviviendo la travesía de la unidad 100.000 del Ford T de 1924, fabricado en Argentina. En una aventura histórica, Julio César Dupont y Paulo Rancaño llevan adelante el mismo raid que la marca organizó hace un siglo, un recorrido de unos 7.000 kilómetros a través de unas 79 localidades del país, entre ellas, nuestra ciudad.
Los automóviles, más que simples medios de transporte, son un testimonio de la evolución constante de la mecánica. A lo largo de los años, han experimentado avances sorprendentes, reflejando no sólo el progreso tecnológico, sino también la pasión y la admiración que despiertan en quienes los consideran una “obra de arte” en movimiento. Es así como la mecánica automotriz continúa fascinando y enamorando a generaciones de entusiastas y expertos por igual.
Julio César Dupont es un apasionado de los automóviles. Oriundo de la localidad de Algarrobo, en el distrito de Villarino -provincia de Buenos Aires-, la historia familiar lo vinculó a un Ford T, lo cual lo llevó a ser piloto y mecánico en competencias de Baquet. En estos momentos, Dupont se encuentra en medio de una expedición histórica, llevando a cabo un recorrido para reeditar una travesía similar realizada por el modelo Ford T número 100.000, que comenzó un 29 de diciembre de 1924 y recorrió 79 localidades del país.
A través de un libro que llegó a sus manos, Julio César Dupont tomó conocimiento de aquella primera aventura con el automóvil que la empresa Ford fabricó y decidió promocionar en el país, visitando diferentes ciudades y pueblos. Después de planificar y preparar minuciosamente el viaje, el 22 de diciembre se dirigió desde Algarrobo hacia Buenos Aires conduciendo su Ford T y, luego de visitar la planta Ford en La Boca, partió desde Plaza de Mayo el 29 de diciembre de 2024 a las 17:00 hs., acompañado por su amigo Paulo Rancaño. Emprendieron este viaje el mismo día y a la misma hora, sólo que 100 años después, con un auto idéntico que no se conservó como una unidad de colección, sino que fue muy bien usado en estos 100 primeros años.
Los amigos se fijaron el objetivo de recorrer 7.000 kilómetros en este auto de 1924 que no fue restaurado, realizando un recorrido similar al primero pero agregando el viaje de ida y vuelta a Algarrobo, pueblo de origen de uno de ellos. “La Vuelta del 100.000” es el nombre que le han dado a esta travesía.
El itinerario contempla localidades de las provincias de Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Buenos Aires.
Durante la calurosa tarde del sábado 1 de febrero llegaron a Coronel Suárez a bordo de “Haydee”, tal el nombre del Ford T en homenaje a la abuela de su propietario. Fueron recibidos por los Amigos de los Autos Antiguos y por vecinos que se acercaron al lugar. Momento emotivo significó para Dupont el encuentro con algunos de sus familiares que residen en Curamalal, con quienes compartía las fiestas de Navidad y Año Nuevo en otras épocas.
En su arribo a la ciudad después de 4.000 kilómetros recorridos y unas 60 localidades visitadas, los viajeros se acercaron hasta la plaza central y al Palacio Municipal, donde fotografiaron cada momento y conversaron con los vecinos que aproximaban, tal cual lo realizan en cada localidad a la cual arriban.
En una jornada colmada de actividades, Julio César Dupont comentó a “Raíces” los detalles de sus vivencias a bordo del auto centenario, inspirador de sus objetivos.
“Soy un gran soñador. Esa es la base de por qué estoy haciendo todo esto”, comentó con alegría y gran convicción. “Siempre quise hacer algo distinto y tengo una linda historia familiar con los Ford T”, agregó.
El viaje tiene sus gastos, los cuales son solventados por el propio Dupont, quien últimamente cuenta con la generosa colaboración de cientos de vecinos. “Son más de 300 ó 400 personas que me están ayudando para terminar este viaje porque los números que pensamos se fueron a la estratósfera, entre roturas y días de viaje”, comentó.
Tras haber visitado varias localidades, Julio expresó su entusiasmo al confirmar que durante el camino encuentran el reconocimiento y saludo cordial de los automovilistas en las rutas, como también en cada lugar son recibidos con calidez. En todos los destinos, reciben apoyo en caso de cualquier inconveniente mecánico, les ofrecen alojamiento y se les proporciona toda clase de asistencia.
Con un gran trayecto recorrido ya, continuaron su viaje hacia Lamadrid, Olavarría, Tres Arroyos, Mar del Plata, Balcarce, Lobería, para arribar nuevamente a la planta de la empresa Ford en unos días.
Las jornadas de los viajeros se dividen entre viajar y avanzar lo máximo posible hasta caer la tarde. Si no hubo inconvenientes mecánicos, se toman un merecido descanso, se revisa el plan para el día siguiente y, por la noche, se comparte una cena con aficionados a los autos clásicos y antiguos, mecánicos y entusiastas que se suman al recorrido. Todos se reúnen alrededor de la mesa para intercambiar historias y anécdotas de tiempos pasados
“Este viaje no lo sumo en kilómetros, sí en experiencias de vida y de gente que conozco”, expresó Julio Dupont. “Es muy lindo esto. No tenía en mente que un auto antiguo genere tanta expectativa entre pueblo y pueblo”, agregó el viajero.
Y la travesía sigue su curso. En pocos días, el objetivo se alcanzará y, como todo visionario, un nuevo sueño nacerá, acompañado de la energía y el entusiasmo indispensables para hacerlo realidad.
“Raíces” - María de los Ángeles Dukart.